No te asustes que no me ha dado por lo sobrenatural (todavía). Solo quiero compartir contigo un sencillo sistema para elevar una lectura de un acto básico —ojos y papel— a un momento especial , una experiencia extrasensorial.
Leer un libro significa poner todos tus sentidos entre sus páginas, bien sea de forma física o imaginaria. Todas nuestras lecturas están repletas de sensaciones visuales, táctiles, olfativas, gustativas (las menos) y auditivas. Tocamos los ejemplares, imaginamos la historia, escuchamos en nuestra mente la voz del protagonista, aspiramos los olores descritos… Cuando entras de lleno en una historia te dejas llevar por estas sensaciones.

Todas ellas, bien utilizadas, pueden potenciar tu lectura para convertir que sea algo más que pasar páginas e imaginar una historia. Hoy quiero hablarte de la dimensión auditiva, en concreto de la música que, junto con la literatura, siempre ha estado presente en mi vida.